De nuevo os muestro un trabajo fruto del curso de Ilustración Creativa de la UPL.
Estas vez se trabata de ilustrar un cuento corto (en mi caso cortísimo), el cual me lo sugirió el profe, Pedro Espinosa. La única premisa era utilizar carboncillo.
Creo que la última vez que dibujé con un carboncillo fue a mediados del siglo XVIII, así que el hecho de cogerlo fue como un flashback a la Escuela de Arte de Logroño, ah!… que tiempos.
El cuento que ilustré es más bien una frase larga de Fernando Pessoa, así que opté por dividirla en cuatro escenas y posteriormente con Photoshop, incluir el texto en la imagen.
Utilizé carboncillo de 6-8 mm y un poco de 9-11 mm, un par de difuminos (fino y grueso) y también los dedos como difumino (bueno y barato). Al final rocié los dibujos con laca barata para fijarla al papel Studio Guarro.
La verdad es que me lo pasé bastante bien con este trabajo, a pesar de mis temores de acabar envuelto en una nube negra, tiznado hasta la médula y con manchas de carboncillo hasta en el techo.